A
continuación les mostramos un artículo publicado en la revista Saber Vivir, que
como todos sabéis es muy popular en
nuestro país.
Para que os
hagáis una idea, el artículo trata el tema de la incontinencia urinaria en la
mujer, de sus factores de riesgo y las medidas que se pueden tomar para
prevenir tal suceso o en la medida de lo posible hacer que aparezca más tarde.
Si habéis leído alguna de las entradas que ya se publicaron en nuestro blog,
pues sigue una estructura bastante similar, por ello nos pareció bastante
apropiado.
Sin embargo,
la razón principal por la cual nos pareció interesante añadirlo a este sitio
web es porque este tema supone una gran preocupación en la mujer, motivo
principal de este blog.
Una vez leído
el artículo, esperemos que le haya dotado de la suficiente información para
hacerse una idea. Creemos que cuenta con todos los contenidos a tratar en este
tipo de problema centrándose en el tabú que supone para las mujeres
afrontarlo. Trata además los dichos que
se escuchan por la calle acerca de ello falseándolos o afirmándolos.
El artículo
dice:
Novedades urológicas para frenar la incontinencia
Muchísimas mujeres confiesan
en su círculo más íntimo tener pequeñas pérdidas de orina al toser o reír pero
pocas veces se atreven a reconocerlo abiertamente. Cuanto más fácil sea de
tratar, más nos alejaremos de este tabú.
Quizá has notado que te
cuesta más “retener” la orina y eso provoca que tengas pequeñas pérdidas. Es un
problema común: una de cada cuatro españolas padece incontinencia urinaria. No
obstante, el 65% de las afectadas no buscan soluciones por considerar que es un
“proceso normal” ligado a la menopausia (37%), porque creen que “no tiene
solución” (25%) o por el sentimiento de vergüenza que les genera hablar sobre
ello (20 %). Son datos del estudio “Incontinencia urinaria y calidad de vida en
mujeres en Atención Primaria”. Y es que aún todavía existen muchas falsas
creencias entorno a este problema.
¿Quiénes tienen riesgo de
padecer incontinencia?
FALSO. Es una patología exclusiva de mujeres de
avanzada edad. El debilitamiento
del suelo pélvico, que es la musculatura que rodea la vejiga, es mayor a medida
que pasan los años y eso incrementa el riesgo de incontinencia. No obstante,
esta puede aparecer a cualquier edad ya que otros factores (sobrepeso,
esfuerzos, estreñimiento, tos crónica o los partos) pueden favorecerla. En
realidad, el 5% de las mujeres trabajadoras menores de 45 años sufren pérdidas
de orina. Además, también el 15% de los hombres de más de 65 años la padecen y
las causas suelen deberse a problemas prostáticos.
VERDADERO. Si has sufrido una fractura de cadera
puedes padecerla. Se ha visto que la urgencia urinaria favorece
las caídas en las personas mayores por la “prisa” por alcanzar el baño. Pero un
grupo de profesionales del Complejo Hospitalario de Albacete observó que
también se da la relación inversa: uno de cada tres pacientes de más de 65 años
con fractura de cadena presentaba incontinencia al año de la intervención.
Ocurre porque, mientras están ingresados y encamados tras la operación, pierden
los hábitos miccionales, es decir; la práctica de contraer la vejiga, orinar
regularmente,…
¿Cómo se puede evitar que la
orina “se escape”?
FALSO. Es imposible recuperar la “fuerza de los
músculos de la vejiga. La
incontinencia de esfuerzo- que provoca pérdidas al correr, saltar, toser,
reír,…- se debe a una debilitación de los músculos pelvianos. Los conocidos
ejercicios de Kegel (que consiste en hacer contracciones voluntarias del
músculo de la vejiga) sirven para reforzarla. Además, las bolas chinas y los
pesarios, que son dispositivos de forma cónica, consiguen el mismo efecto. Ambos se colocan 15 minutos al día en la
vagina y se deben realizar contracciones de la musculatura pélvica para evitar
que se caigan.
VERDADERO. La toxina botulínica podría servir para
tratarla. Se está investigando su
uso en casos de incontinencia de urgencia. Se caracteriza por el deseo urgente
de orinar y se produce por contracciones involuntarias del músculo de la vejiga
(detrusor). La toxina botulínica podría evitar esta contracción y se aplicaría
a mujeres en las que no funcionasen ni el tratamiento farmacológico ni el
conductual, que consiste en enseñar estrategias (ejercicios y hábitos) para
evitar las pérdidas.
FALSO. Si tienes incontinencia debes tomar menos
líquidos. Beber menos hace que la orina sea más concentrada,
lo que irrita la vejiga y entonces en necesario orinar con más frecuencia. La
ingesta de líquido debe ser la habitual. Eso sí, tampoco es conveniente
excederse porque eso dilata la vejiga. Además, algunos líquidos se deben evitar
(sobre todo el alcohol y el té) porque son diuréticos y aumentan la formación
de orina.
VERDADERO. Un poco de ejercicio ayuda pero
demasiado perjudica. Hay algunos ejercicios (como saltar en una
cama elástica) que ayudan a reforzar el suelo pélvico. Pero se ha visto que las
deportistas profesionales, al hacer demasiada fuerza abdominal, presionan la
vejiga y eso hace que el esfínter trabaje más para evitar pérdidas. A la larga,
se va debilitando.
La última opción: ¿cómo se soluciona con cirugía?
Ciertas intervenciones
quirúrgicas consisten en la sujeción de la vejiga: es la operación más
habitual: consiste en la implantación de una banda de material sintético en
forma de malla o de un cabestrillo en forma de red debajo de la uretra. Este
elemento le sirve de apoyo y evita la salida involuntaria de la orina en
situaciones de esfuerzo. Está
considerada una cirugía mínimamente invasiva y con pocas complicaciones.
La otra opción quirúrgica sería estimular los
nervios. Se recurre a ella si las demás opciones no han funcionado: se coloca
un dispositivo bajo la piel que transmite impulsos eléctricos suaves a los
nervios que controlan la vejiga.
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